26 de diciembre de 2010

Instante nº 50




 











































Lo dicho, una impronta, una forma de ingenio. Pasas página, se hace una breve pausa después llega otra, tatuada con palabras que nos muestran una realidad nueva, olas de papel que van estrellándose contra el malecón de las tapas, mientras una sinfonía de imágenes planea nuestro pensamiento. Entre página y página, como entre dos sonidos, un intervalo la música oculta del silencio, lo no dicho.

Música de Elsiane:  https://youtu.be/uAOCL-j94QI 

                              https://youtu.be/4u8wpqbYFNI


19 de diciembre de 2010

Instante nº 49


Aquella niña de alegría seria y mirada antigua era yo. Aún soy capaz de reconocerla, a pesar de su cara sucia, casi oculta entre capas y capas de desatenciones estipuladas en lo habitual, a pesar de ese barrillo paralizante que deja el victimismo y la agitación desorientada en que se envuelve el resentimiento del hombre despojado del paraiso. ¿En qué momento fui arrojada de aquel corazón? No lo sé. Lo he ido olvidando, día a día, con intención y esfuerzo, tal vez con el propósito de integrar todo su abandono en mí interior, en lo poco que iba quedando a salvo. Pero más allá de todas esas regiones parcialmente olvidadas por una necesidad de dejar hueco libre, presiento que ahora el eco subversivo de su desastre es capaz de emerger de nuevo, no para retornar con aroma fantasmal su paisaje, sino para espumar su sobrelleno, para desalojarme y convertirme al fin en el mito viviente de mí pequeña historia.

Música de David Sylvian:  https://youtu.be/YKSMfmLBKFo




Una escalera de caracol conduce hasta el corazón del enigma, en los escalones que nunca alcanzaron al cielo yacen los ídolos que fui descolgando del techo, los anhelos descoloridos por la falta de cuidado, los despropósitos barnizados con el esmalte de la escusa, y en el suelo, manchas, ya tan queridas, tan desintegradas, como esa luz quebrada que se filtra por la persiana pintada de la eterna conspiración.

No te dejaron hacer tus horas, verdad un suave desajuste se quedó clavado en algún lugar de tí, qué creías, que no lo sé yo también necesitaba ser salvada y nada acudió.
Sobre mí cayó una extraña arquitectura que impedía que cambiara de posición y allí, en su calado lento y doloroso sublime, casi místico, me fui hilvanando con cuidado hasta normalizar la fractura.

Música de David Sylvian:  https://youtu.be/0yrlwPbbMjE


 



 












Ahora quiero atender a sus señales, ofrecer mi mano a ese averno querido y tan merecido que refleja desde su espejo lo que soy, alguien torpe, confundido aún, un punto de intersección entre todo lo que me ha llevado y la invención que he ido creando.
Tal vez los planetas sepan, con esa sonrisa tranquila que les caracteriza, que la piel fatal que a veces le gusta usar a Dios, se ha vestido a menudo para nosotros de un único y amable color azul.


No, no busques más ángeles en las alturas, duermen plácidamente entre los escombros del corazón de nuestro enigma.


Música de David Sylvian: https://youtu.be/Hybva8b5ooo