2 de febrero de 2011

Instante nº 52


 












El aburrimiento es la parálisis del ánimo, la melancolía de una quietud vencida, la marcha atrás de lo que aún no ha ocurrido. Cuando su apatía nos envuelve surge un reproche por el modo de negar el propósito, de plegar la insatisfacción de su olvido, de concluir un torrente de vida que en nuestras manos de repente se difumina, pero también de él nace el aliento de la resistencia, la actividad que nos impulsa, que nos hace bocetos infinitos y nos imagina como a inagotables proyectos de nosotros mismos.

Música de Lou Rhodes:  https://youtu.be/Y1sCRBlMVT8