21 de marzo de 2010

Instante nº 13




















¿Te imaginas un mundo sin mentiras, una vida con las entrañas abiertas de mortal actualidad?
No nos engañemos, la mentira es el barniz con el que lustramos la existencia, la fuerza que muda el curso de la corriente con soberbia inspiración y nos inventa en los bares de esquinas opalescentes. La falsedad es una pequeña ficción que disfrazan la naturaleza de nuestro laberinto, nos da esos tres centímetros de altura que nos falta y extiende escalinatas de cartón hacia el País de las Maravillas, llevándonos por rutas impermeables de patológicas concupiscencias. Hay mentiras que pueden salvarnos la vida y las hay que matan, que persuaden el itinerario previsto con encantamientos imposibles de discernir, lapidando el laboratorio de nuestro corazón con hendiduras infinitas y que nos desaconsejará  transitar por oasis podridos por el mal uso. Hay mentiras envenenadas, vidas de mentira y mentiras complacientes y eficaces como prostitutas, pero también hay verdades que no se pueden enmascarar porque se quieren desnudas, que no piden garantías, que nos remontan por encima del mundanal ruido y sus tormentas y nos devuelven ese particular olor a niñez inacabada.


Música de Melotron:  https://youtu.be/Fr7ZWQGNB4g