6 de septiembre de 2010

Instante nº 39





















Desconozco si saber mirar es una habilidad o el inevitable entrenamiento de los que viven en el casi retiro, pero de lo que estoy segura es que los reflejos son engañosos. Proyectan una luminaria insipida y travestida, cuando en realidad ocultan la eterna angustia de la vida, que contraída como un ovillo, anda dando botes de una pared a otra, siempre a la fuga. Saber mirar exige la anchura justa, así como escuchar requiere un silencio duro. Necesita el extrañamiento de unos ojos sin juicio que nos despoje del atuendo y deje al descubierto el forro y las costuras de la vida.

Música de The Knife:  https://youtu.be/k4QH5fy0uek