25 de julio de 2010

Instante nº 32

















Julio es una bicicleta al borde de una sombra, a la orilla de una quietud, una bicicleta sin ruta que no va, salvo tras el aroma de una hora sencilla, una hora que perdido su minutero y se abre paso entre la multitud con el bastón del azar.

Música de Anoraak: https://youtu.be/m_TRamrEfQI

20 de julio de 2010

Instante nº 31
















No sé exactamente como sucedió, pero sí recuerdo el día en que lo vi llegar.
Era sábado por la mañana y la tele explicaba algo acerca de cómo desaprender lo aprendido. Hacía ya tres días que papá había ido al supermercado a por provisiones y aún no había vuelto. Según nos contaron mas tarde, se había perdido entre la sección de limpieza y la de juguetería y por lo visto no encontraba la puerta de salida. De echo, tardó varias semanas en dar con el camino de vuelta.
Mamá mientras tanto se había refugiado en casa un poco cabreada, hasta que un día harta de esperar decidió salir a la calle a por algo de comida fresca. Yo le pregunté si quería que le acompañase, pero creo que no me escuchó y si lo hizo, optó por ignorarme. Así que antes de que pudiera darme cuenta escuche un portazo y comprendí que me había quedado fuera de algo, o de todo, o en definitiva de cualquier cosa que estuviera pasando en ese momento. Y ahí estaba yo, desparramada en el sofá y envuelta por un singular desmayo mientras la televisión no paraba de hablar. Las paredes del salón comenzaron a dilatarse y contraerse al compás de mi respiración, y los muebles empezaron a emitir un suspiro lento que pronosticaba otra catástrofe más, pero de repente, tal y como ocurre con todas las cosas razonables de la vida, un griterío procedente del otro lado de la calle me rescató de la parálisis en la que me encontraba.
Cuando me asomé por la ventana vi a una muchedumbre que estaba organizando una buena juerga en el edificio de en frente. Nosotros nunca invitábamos a nadie, no hacíamos celebraciones ni organizábamos ningún tipo de despegue. Desde hacía tiempo deseaba enseñarle a alguien mi colección de discos así que me acerqué hasta allí a ver que pasaba pero cuando llamé al timbre y antes de poder decir una sola palabra, un tipo con cara de gilipollas me dijo que “no estaba invitada”, dándome con la puerta en las narices. Al principio me jodió un poco, pero rápidamente me hice a la idea. Entonces comprendí que lo mejor sería montarme la fiesta por mi cuenta, y además, hacerlo cuanto antes.
Confieso que me entraron unas ganas terribles de armar jaleo, sacudir el mundo y llevar mi exterminio hasta la calle principapl, pero en su lugar lo que hice fue bajar el tocadiscos de papá a la acera. Cogí uno de los vestidos que se ponía mamá en los días de vértigo y la pamela que usaba para las bodas de mugre y los coloqué sobre un maniquí de madera, que clavé como un mástil a la entrada de casa como si fuera una declaración de intenciones.
Sin saber muy bien cómo, al cabo de un rato estaba bailando sobre las sombras amables de los árboles, junto a la estafa de los vientos, cantando con las manos en alto bajo un sol deshilachado sin importarme la mirada de los que por allí pasaban.
Y así fue cómo los de la fiesta en cuanto se percataron del guirigay que estaba montando en la acera vinieron a conocerme un tío con pinta de memo y una copa en la mano me invitó a que pasara al interior de su bonita casa. Desde entonces he entrado y salido unas cuantas veces de ella. En ocasiones sólo para ver que se cuece dentro. Ya sabes, echar un vistazo, hablar con uno y con otro y todo lo demás. Pero al cabo de un rato siempre vuelvo a mi guarida, donde el ritual del ocio no salta a la de tres, donde no hay nadie a quien ganar nada, donde no se compite por ser descifrado y la vida transcurre sobre su apacible y misterioso esfuerzo.


Música de Iamx:  https://youtu.be/CGCABDnt02s

11 de julio de 2010

Instante nº 30




La soledad es un viraje hacia nuestro propio espectáculo, la comunión perfecta con el eterno soliloquio que llevamos dentro, ese que comenzamos a modelar entre juegos y que nos atestiguará hasta la despedida. Sólo cuando andamos por su senda, allí donde la división se gesta, lo hacemos de forma absoluta por la nuestra, porque ella es la que nos ofrece la distancia justa para mirar el mundo con extrañeza, la que regala el abismo al poeta, intimidad al apellido, gravedad a los objetos y dignidad en la mirada. Es la única piscina donde debería bucear la melancolía, aunque a veces es ella quien la ocasiona, y es que estar sólo es estar sin red dentro de nuestro vértigo, es sentir como la atmósfera observa cómo nos diluimos lentamente. Pero a veces nos engaña, distorsionando nuestras experiencias en verdades absolutas para tiempo después y con un poco de suerte revelarnos que todo es recíproco, que cada opción, cada axioma, tiene su contrario. Cuando la soledad es triste, cuando añora el hogar perdido, deflagra la tierra por donde pasa, impide conferenciar los estímulos en un juego de malabares y destila una inmovilidad que se transforma en pereza de vida. Pero cuando la soledad es deseada nos promete la inspiración y nos revela la pausa. Hay soledades forzosas y otras queridas, soledades azules y soledades de menta y agua y las hay que se sufren en compañía, que son las peores de todas. El ser humano es una soledad que intenta librarse desesperadamente de ella aunque no hay nada a lo que pertenezcamos de una forma tan absoluta, porque nos guste o no, todos estamos solos, abandonados en el guiso de nuestra propia aventura y como todo veneno, lo único que podemos hacer para impedir que nos dañe, es no dejar de beberla a pequeños sorbos.

Música de Seabound: https://youtu.be/nRcRjYb_Z34

9 de julio de 2010

Instante nº 29
















Ella quiere ser un átomo en el infinito, pero en ocasiones y a pesar de los emocionantes y marginados días de descuido, es inevitable que deje una estela prodigiosa.

Música de Siuxie and Banshees: https://youtu.be/Rtt_0OKzRek


1 de julio de 2010

Instante nº 28



Hace falta una mínima dosis de pánico para vagar por la ciudad sin ninguna razón pero yo tenía una cita ineludible conmigo, así que salté a la calle con el propósito de ir en mi búsqueda y en cuanto puse un píe en ella allí estaba de nuevo, esa agradable sensación de abandono que regala el asfalto cuando aún está frío. Camine con descuido por el trance matutino mientras las aceras iban recobrando el pulso con el batido de los zapatos. En el firmamento mermeladas sin abrir y diarios afectados, en las avenidas,  fachadas recién peinadas y en el interior de los escaparates una vida a crédito.







A lo lejos, en el horizonte inmediato unas siluetas comenzaron a ensamblarse en el contorno del día hasta crear la fábula esperada, esa masa informe de subsistencia que llaman multitud. Caminé por una corriente de bultos rebosante de electricidad y me dejé engullir por su desfile inagotable de islas sin oponer resistencia. Esquivé sus distancias y ellos la mía, pero no sus miradas. Miradas de ceniza, hondas, deshilachadas, de esas que se repliegan al chocar unas con otras hasta el centro de su hueco, pero también encontré miradas de admiración, de lumbre, sorprendidas al reconocer a otro retoño de la misma loba. A mí alrededor planearon conversaciones fragmentadas, ajenas a mi destino. Palabras de semilla y escudo, de ruido y melodía. Todas sin importancia ni medida, porque todas están hechas de bruma. No encontré la ladera de ningún rescoldo que justificase mis quemaduras, ni ascendí hasta el cúmulo de las emociones inesperadas, aunque sentí la infinitud de lo insignificante y la fuerza de mi dimensión que rebotaba en la diferencia. No hallé respuestas, ni me nombraron reina de la cabalgata de las muñecas rotas, pero adquirí densidad gracias al factor de la semejanza, que agregé a mi interior para despues transformarlo en mi particular disparate. Comí entre desconocidos sin atender a sus miradas, asentí a la burla de los dominios y me dejé embaucar por un aire que prometía la atención de un amigo invisible. Cuando el sol empezaba a ocultarse tras su brecha volví a mi nido, repleta y sin prisa.

Música de Liquid Divine: https://youtu.be/tgjNqMb9EQQ